Metodología
En el Primer Ciclo buscamos que los alumnos desarrollen cuatro habilidades básicas: las audio-interpretativas-comprensivas: listening; de conversación: speaking; de comprensión lectora: reading y de escritura en inglés: writing. Teniendo en cuenta la teoría de las inteligencias múltiples sostenemos que todos nuestros alumnos pueden aprender y que todos lo hacen de maneras distintas.
Por otra parte propiciamos el trabajo grupal como actividad de aprendizaje colaborativo, collaboratory learning, ya que está demostrado que los alumnos que trabajan en grupo aprenden más y retienen por mayor tiempo los contenidos enseñados. Además esta estrategia didáctica promueve la participación y la interacción, y genera un proceso más activo en la apropiación de los aprendizajes.
En el Segundo Ciclo los alumnos trabajan con tres o cuatro docentes como parte del proceso de articulación con la Escuela Secundaria. En esta etapa la bilingüidad supone la adquisición de estructuras o cadenas de pensamiento en función de la lengua inglesa. En esta fase se hace hincapié en la corrección de las estructuras gramaticales y en el desarrollo de las habilidades lingüísticas en la enseñanza del idioma. Profundizamos en las habilidades para inferir, opinar, expresar diferentes puntos de vista y desarrollar el pensamiento crítico.
La importancia de abordar la enseñanza de la segunda lengua desde los procesos de pensamiento y habilidades propias de cada alumno, reside en que éstas son transferibles a cualquier idioma y que no se olvidan como sucede con los contenidos. En este ciclo damos prioridad a la oralidad, el assembly, que promueve en el aula la exposición de los alumnos a la lengua oral antes de pasar a la producción escrita. Las implicancias de la bilingüidad para nuestros alumnos supone que la lengua madre es el castellano y que los niños comenzaron a ser instruidos en la lengua inglesa en muy temprana edad. La idea generalizada es que en esta etapa es sumamente sencillo aprender un idioma. Esto es real, pero no significa que no requiera un gran esfuerzo por parte de los alumnos y los docentes. La adquisición de un idioma es una tarea compleja que se extiende en el tiempo y en un entorno o contexto que determinan el éxito del proceso. Cuanto más expuestos al idioma estén los niños, más rápidamente se llevará a cabo la apropiación del mismo.